Escila y Caribdis 

<<Pasábamos el estrecho llorando, pues á un lado estaba Escila y al otro Caribdis, que sorbía de horrible manera la salobre agua del mar. Al vomitarla dejaba oír sordo murmurio, revolviéndose toda como una caldera que está sobre un gran fuego, y la espuma caía sobre las cumbres de ambos escollos.>>

ODISEO, REY DE ITACA Y PROTAGONISTA DE LA ODISEA, DE HOMERO
Escila y Caribdis (Imagen: Hablemos de Mitologías)

Escila y Caribdis, estos dos temibles monstruos de la mitología griega, habitaban en el estrecho de Mesina, angosto mar entre Italia y Sicilia, una isla al sur de esta tierra. En la icónica Odisea de Homero, Odiseo debe enfrentarse a estas dos bestias no sin antes ser advertido por la hechicera Circe:

<<Al lado opuesto hay dos escollos. El uno alcanza al anchuroso cielo con su pico agudo, coronado por el pardo nubarrón que jamás le abandona; de suerte que la cima no aparece despejada nunca, ni siquiera en verano, ni en otoño. Ningún hombre mortal, aunque tuviese veinte manos é igual número de pies, podría subir al tal escollo ni bajar del mismo, pues la roca es tan lisa que parece pulimentada…>> 

LA ODISEA, CANTO XII

Σκύλλα (Escila)

<<…Allí mora Escila, que aúlla terriblemente, con voz semejante á la de una perra recién nacida, y es un monstruo perverso á quien nadie se alegrará de ver, aunque fuese un dios el que con ella se encontrase. Tiene doce pies, todos deformes, y seis cuellos larguísimos, cada cual con una horrible cabeza en cuya boca hay tres filas de abundantes y apretados dientes, llenos de negra muerte. Está sumida hasta la mitad del cuerpo en la honda gruta, saca las cabezas fuera de aquel horrendo báratro y, registrando alrededor del escollo, pesca…>>

LA ODISEA, CANTO XII

En la versión más popular de su trágica historia, Escila fue alguna vez una hermosa ninfa del agua con la cintura, busto y rostro de una preciosa doncella, y una larga cola como la de un pez en vez de piernas, hija de la diosa Hécate y el dios marino Forcis. 

Fue su belleza la que cautivó al inmortal Glauco, un pescador convertido en divinidad por los dioses del Olimpo, quien después de una desastrosa declaración acudió a la hechicera Circe.

Lo que Glauco no sabía era que Circe lo amaba a él, cosa que le expresó después de negarse a prepararle un hechizo para enamorar a Escila. Glauco rechaza a Circe y esta, loca de celos, prepara un horrible brebaje y lo vierte en las aguas en las que nadaba Escila, transformándola en un aterrador monstruo que ladra y aúlla, de cuyo vientre brotan seis cabezas de perro sus doce patas delanteras. 

Escila (Imagen: Gods and Demons Wiki)

Glauco, horrorizado, decide huir, y Escila queda a su suerte.

Χάρυβδις (Caribdis)

<<El otro escollo es más bajo y lo verás, Ulises, cerca del primero; pues hallase á tiro de flecha. Hay allí un cabrahigo grande y frondoso, y á su pie la divinal Caribdis sorbe la turbia agua. Tres veces al día la echa afuera y otras tantas vuelve á sorberla de un modo horrible. No te encuentres allí cuando la sorbe, pues ni Neptuno, que sacude la tierra, podría librarte de la perdición.>>

LA ODISEA, CANTO XII
Caribdis (Imagen: https://grimoriodebestias.blogspot.com/)

Caribdis es un monstruo marino alguna vez retratado como una preciosa ninfa hija de Gea y Poseidón, castigada por Zeus en una versión por su lujuria y en otra por inundar ciudades con esperanzas de engrandecer el reino de su padre, morando frente a la roca donde se encuentra Escila. 

La terrible Caribdis traga enormes cantidades de agua tres veces al día, y con eso todos los barcos y tripulantes que vengan ahí. Posteriormente escupe el agua que tragó, tan violentamente que causa feroces remolinos y tormentas que harán naufragar a cualquier embarcación, que nunca se enterarán del origen de su perdición gracias a una espesa niebla.

Entre Escila y Caribdis

En el doceavo canto de la Odisea, Ulises toma la decisión de arriesgarse al acercarse a Escila para no perder la nave entera en las fauces de Caribdis. A consecuencia de su elección, seis de sus tripulantes mueren atacados por las múltiples cabezas de Escila.

No está de sobra compartir que ambas Escila y Caribdis tienen apariciones en otros mitos, y además, como dato curioso, “entre Escila y Caribdis” es una alternativa poco común a la popular frase “Entre la espada y la pared.” (en lo personal, voy a agregarla a mi vocabulario solo porque sí.) 

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