«Metropolis», dirigida por Fritz Lang en 1927, es una obra maestra del cine silente que deslumbra por su visión pionera del futuro y su impacto duradero en la historia del cine. Esta película, con su asombrosa arquitectura, innovadores efectos especiales y una trama que aborda temas sociales y políticos, sigue siendo un hito del cine de ciencia ficción.

La película nos transporta a una metrópolis futurista dividida en dos clases sociales: los ricos y poderosos que viven en la superficie, y los trabajadores oprimidos que trabajan en condiciones deplorables bajo tierra. El corazón de la historia gira en torno a Freder, el hijo del líder de la ciudad, quien se adentra en el mundo de los obreros y se enamora de María, una joven activista. La película explora la lucha de clases, la opresión y la búsqueda de un equilibrio social justo.

Lo que realmente distingue a «Metropolis» es su deslumbrante diseño visual. La representación de la ciudad futurista, con rascacielos que se elevan hacia el cielo y enormes máquinas que asemejan a monstruos industriales, sigue asombrando a los espectadores incluso hoy en día. Los efectos especiales, que eran revolucionarios en su época, añaden una dimensión mágica a la película.

El legado de «Metropolis» perdura en numerosas obras de ciencia ficción y cine de género. Su influencia se puede ver en películas posteriores como «Blade Runner», «The Matrix» y «Dark City», todas las cuales tomaron prestados elementos visuales y temáticos de esta joya del cine mudo.

«Metropolis» es un hito cinematográfico que sigue cautivando a las audiencias por su visión futurista, su reflexión sobre la desigualdad social y su impresionante estética. Una experiencia que ha resistido la prueba del tiempo y que merece ser apreciada por cualquier amante del cine.