Władysław Szpilman, el músico polaco judío que atestiguó y vivió en carne propia como se llevaron a su familia, humillaciones de parte de los efectivos alemanes, asesinatos de inocentes, soledad, crueldad y pánico. El sobreviviente del holocausto que nos demuestra como la supervivencia llega a ser tan dolora cómo necesaria.

El célebre director Roman Polanski trabaja de la mano de Adrien Brody (papel protagónico) para darle vida y voz a todo lo que este pianista tuvo que sufrir y vivir a partir del 1 de Septiembre de 1939, justo cuando la carrera del músico despegaba viéndose interrumpida debido a la invasión alemana nazi de Polonia.

Fue entonces cuando su vida y la de su familia cambian, pues ahora tenían que usar estas raras bandas en el brazo para identificar que son judíos, simplemente para así poder ser humillados y burlados por los alemanes. Szpilman y su familia fueron trasladados a la par de miles de judíos en Varsovia, era casi imposible de creer, más de la mitad eran judíos… pues vaya que a los nazis nada los frenó con tal de deshacerse de ellos. No era para más cuando las injusticias se hacían ver gracias a los judíos ricos desde su empleo como pianista en un café con la intención de sacar algo para qué él y su familia comieran.

Para 1942, el pianista sufrió la gran pérdida de su familia cuando esta fue trasladada en un tren de ganado con rumbo a un campo de exterminio al este de la región, y Szpilman hubiese ido con ellos, pero una mano amiga le salvó la vida ayudándolo a no ser descubierto por los nazis, pero ahora viviendo la destrucción de su ciudad natal, Varsovia.

Es cuando Szpilman no trata de hacer otra cosa más que sobrevivir, yendo de refugio en refugio entre ruinas, edificios quemados y cuerpos de oficiales y judíos en la acera. Ahora lo único que le quedaba era su vida, su vida y una lata de comida. Este la intenta abrir desesperadamente y cae al suelo, es cuando divisamos al oficial alemán que Szpilman esperaba que acabara con su vida. 

Pero es cuando este le pregunta ´´¿A qué te dedicas?´´, ´´Pianista´´ es todo lo que Szpilman se limita a decir. El alemán, palabras más palabras menos, le pide que toque una pieza para él. Ballade No. 2 in F Major es lo qué llega a los oídos del oficial.

Posterior a esto, le dio comida y ropa para que pudiera sobrevivir en los próximos días, Wilm Hosenfel, el oficial que ayudó a un judío, ¿quién se lo podría haber imaginado?.

Una vez acabada la guerra, los oficiales nazis ahora eran quienes estaban detrás de un alambre de púas, ahora era un oficial alemán quién preguntaba por su amigo judío. Szpilman volvió a retomar su profesión trabajando para la radio de Varsovia, al fin había tenido su vida devuelta.

Sin duda, una de las grandes obras maestras del cine, su cinematografía, su historia y su contexto histórico. No cabe duda que la crueldad humana puede llegar a estos limites, con cada una de las escenas tu corazón se va haciendo más chico.

La dedicación que Adrien Brody le pone a este film y a su papel obligándose a perder a todos sus vínculos y someterse a ese punto de quebrantamiento es más que razón para ser ganador de un Oscar. Simplemente un film que retrata y atrapa al espectador desde que se inicia hasta el crédito final, tu garganta se hace nudo cuando vez como cada vez van pasando más cosas y en mayor gravedad. Una de las tragedias más tristes de la historia contada desde la perspectiva de alguien que lo vivió personalmente es brutal, y más aún con toda la narración que esta película y director manejan.

Si haz visto esta película me gustaría bastante saber tu opinión acerca de ella, muchas gracias por leer.