Aunque su nombre puede llevar a confusión, el postre conocido como pan francés, este delicioso platillo, hecho a base de pan remojado en una mezcla de huevo y leche, es una receta antigua que ha viajado por todo el mundo con distintos nombres y variaciones.

En Francia, este platillo es conocido como «pain perdu«, que significa pan perdido. Y es que originalmente se creó como una forma de aprovechar el pan duro o viejo para no desperdiciarlo. Con el tiempo, se convirtió en una receta dulce muy popular, no solo en Europa, sino también en América, donde adquirió una gran variedad de estilos.

Receta clásica de pan francés dulce

Ingredientes:

• 4 a 6 rebanadas de pan (preferiblemente del día anterior; puede ser pan brioche o pan de caja)
• 2 huevos
• 1 taza de leche (puede ser cualquiera)
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 1 cucharadita de canela en polvo (opcional)
• un poco de azúcar
• Mantequilla

Para acompañar:

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♬ STAY – The Kid LAROI & Justin Bieber

• Miel, jarabe de maple o azúcar glas
• Frutas frescas (fresas, plátano, arándanos)
• Nata montada o crema batida (opcional)

Preparación:

1. En un bol grande, bate los huevos con la leche, la vainilla, y la canela hasta que estén bien integrados.
2. Sumerge cada rebanada de pan en la mezcla líquida por ambos lados, dejando que absorba bien el líquido.
3. Calienta una sartén grande a fuego medio y añade un poco de mantequilla o aceite. Fríe cada rebanada durante 2-3 minutos por cada lado con el sarten tapado, o hasta que estén doradas y ligeramente crujientes.
4. Coloca las rebanadas en un plato y decora con frutas frescas, un chorrito de miel o jarabe de maple, y espolvorea con azúcar glas si lo deseas.

Un desayuno que conquista generaciones

El pan francés, en su versión dulce, es mucho más que un simple desayuno: es una receta con historia, cargada de tradición y sabor. Su sencillez, combinada con la posibilidad de adaptarlo a gustos y estilos de vida diferentes, lo convierte en un clásico atemporal que nunca pasa de moda. Ya sea preparado con pan brioche en una celebración especial, o con pan del día anterior en una mañana tranquila, siempre ofrece ese toque reconfortante que tanto nos gusta.

Prepararlo en casa no solo es fácil, sino también una excelente manera de disfrutar un momento delicioso en familia o con amigos. Y lo mejor: puedes personalizarlo a tu antojo, desde lo más tradicional hasta lo más creativo.

Ya sea servido con un toque de azúcar y canela o con frutas frescas, el pan francés es siempre una excelente manera de comenzar el día… o de cerrar una comida con algo dulce.

Espero que este recorrido por el origen y la receta del pan francés o tostada francesa te haya inspirado a encender la estufa y probarlo tú mismo. Porque a veces, las recetas más simples son las que más recuerdos y sonrisas crean. Puedes leer mas recetas en nuestra pagina de Revista Somos Conalep. ¡Buen provecho y hasta la próxima receta!